Thursday, August 27, 2009

Dineros

No sé por qué ocurre, pero cada que alguien nos habla sobre el matrimonio me da un poco de deja vu. Tampoco sé por qué, pero muchos de los consejos que nos dan me parecen redundantes, pues coinciden con lo que ya tenemos implementado.

Por ejemplo, el tema del dinero. Hace un buen rato ya que acordamos que el dinero era un bien común, y que hemos trascendido de la pertenencia individual para pasar a un fondo del cuál tomamos lo necesario. Ambos expresamos nuestras necesidades y diferentes procesos (urgencia, prioridad, oportunidad, turnos, ofertas, etcétera) son las que deciden qué cosa se compra a continuación.

Al principio puede parecer difícil. Para algunos, no sé. A pesar de que siempre fui una persona digamos que muy apañada con el varo y las cosas, me parece de lo más natural compartirlo. Quizás no sea tanto por el hecho de considerar el dinero como propio sino más el hecho de entender la diferencia entre lujo y necesidad, y tener la disciplina de establecer prioridades.

A ella le gusta gastar el dinero por adelantado. A mí me gustaba tenerlo y no gastarlo hasta el final, realmente da casi lo mismo. Eventualmente llegaremos al balance cuando terminemos de tener tantos gastos. Digo, en estos momentos todo se va en comprar los muebles y arreglar la casa, pero eso eventualmente terminará, y al final de todos los gastos fijos el dinero excedente podremos decidir otra vez en qué se ocupa.

Yo creo que la convivencia es la que nos permitió que el cambio fuera tan suave. Supongo que mucha gente prefiere vivir juntos porque no viven a menos de 5 minutos el uno del otro. Pero ese cambio es demasiado brusco, y no me sorprende que en muchos casos no funcionen.

No creo que sea el temor al compromiso, nada más a lo desconocido. Después de todo, si la tasa de divorcios es tan alta, es natural tratar de prevenir en la manera que puedas.

Pero me da gusto pensar que este tipo de cosas las tenemos casi resueltas, y digo casi porque quizás hay cosas que no han surgido, pero sé que también las resolveremos en cuanto llegue el momento.

Thursday, August 20, 2009

Unidos

El sábado pasado fue nuestra boda. Fue un evento singular, aclamado por todos los asistentes.

¿Algo cambió en mí? No, realmente.

El compromiso que tenemos el uno con el otro es previo a la ceremonia. Ni siquiera me atrevo a decir que la boda fue la culminación de nuestro noviazgo, porque realmente no es así para mí.

Cuando sabes que has encontrado a la persona con quien quieres vivir el resto de tu vida ya no importa si hay o no matrimonio.

Sí hubo cambios, pero no en mí: ahora nuestras familias nos ven como una pareja oficialmente. Es algo que nosotros sabíamos y que ellos necesitaban saber.

Fue una fiesta muy bonita, y realmente fue la culminación de semanas de planeación. Juntos lo decidimos todo, y juntos hicimos muchas cosas. La realización más grande para mí ese día fue ver que todo salió excelente.

También que ya no tenemos que pedir permiso a nadie más que a nosotros, y sólo de nosotros son las decisiones.

Aún viviendo ya juntos la transición no ha sido difícil, pues hemos convivdo mucho. Creo que no ha habido realmente sorpresas en cuanto a nuestros comportamientos. Sí se requiere un esfuerzo, pero realmente no es para tratar de amoldarnos el uno al otro, sino a llenar el hueco que queda de la dependencia de los demás.

Pero es más bonito saber que el caos de tu casa lo provocaste tú, y que si algo lo dejaste en el sillón, ahí permanecerá.

Gracias a todos por su apoyo. Gracias a ti, pequeña :)

Monday, August 10, 2009

Semanticismo

Bienvenidos a Semanticismo. En este blog aprenderemos la importancia de la comunicación.

Yo soy el Rat, y soy un ex-inadaptado social que encontró a su media naranja y ahora estoy en proceso de formar una familia. Como si fuera un reality show: hemos planeado la boda y estamos en proceso de arreglar y amueblar la casa, y posteriormente nos prepararemos para la llegada de nuestro primer hijo.

Para mí en particular es un reto pues no estoy muy habituado a la comunicación. Mi pequeña y yo hemos llegado a tener algún desacuerdo pero nunca por algo fundamental — y en cambio sí muchas veces por discrepancias semánticas, como la vez que se me solicitó comprar pezcuezos de pollo a la pollería, y fui a adquirirlos no en la rosticería sino en el expendio de pollo crudo.

En fin, espero que algo haya qué aprender de mis experiencias como ser humano, como esposo y como padre, que no son las mismas aún si vivimos lo mismo.