Tuesday, May 8, 2012

Sin mirar atrás

Mi padre heredó de mi abuelo la afición por la fotografía, y me inculcó una cierta tradición de que cualquier momento, sin importar lo cotidiano que parezca, es digno de ser inmortalizado en una foto: es nuestra vida al fin y al cabo. Y desde que tengo acceso a una cámara digital he procurado así hacerlo.

No exagero entonces cuando les digo que la cantidad de fotos que tengo de mis hijas está fácilmente en los miles.

Antes podía dedicar algunas horas de la semana a revisar mis fotos, pero últimamente apenas tengo tiempo de descargar las fotos de la cámara. No voy a pasar dos horas viendo las fotos de mis hijas cuando en esas dos horas están articulando frases nuevas y dando sus primeros pasos. No hay tiempo para mirar atrás, ni para gastarlo en hacer planes: hoy es el momento en el que suceden las cosas, y es el tiempo en el que sus pequeñas vidas me son compartidas al 100%.

Ya llegará el tiempo en el que no necesitarán que estemos tras ellas — ni lo querrán. Entonces ocuparé ese tiempo en esas fotos. Mientras tanto hay que seguir llenando la alcancía de la nostalgia. Click.

Thursday, April 26, 2012

Amigos mios

Amigos mios:

¿Está alguno de ustedes leyendome? Sé que hace ya un buen rato que no vamos por una pizza, a tocar unas rolas, a rifar un encuentro noctámbulo de Age of Empires, ISSSD o Diablo, a grabar otro ratcast, a echar una cascara, a instalar y jugar Liero en todas las computadoras posibles, o de perdis a por unas chelas.

Sí extraño esos groovy times, no crean que no. Sé que nada sería igual ahora porque todo cambia, pero una parte de mí sí querría ver los nuevos groovy times.

Cuando supe que nacería Giselle me invadió la incertidumbre. Muy apenas me hacía cargo de mí como para pensar en que Pollito y yo tendríamos que sustentar al 100% a una pequeñita. No sabía qué iba a hacer yo.

El día que Gissy llegó a la casa, tan frágil y tan diminuta (aún pesando más de 3 kg), tomó su leche y llegó la hora de dormir. Pollito estaba tan cansada que se durmió en cuanto pudo, y la cuna se veía tan grande y tan fría (en el invierno más frío que recuerdo) que no pude dejar de acunar a Gissy en mis brazos hasta bien entrada la madrugada.

En ese tiempo que estuve cargando a mi hija me di cuenta de que estaba metido hasta el cuello en un compromiso tan grande como el gusto que produce el cumplirlo.

Y también me di cuenta que de ahí en adelante mi principal tema de conversación serían mis hijos. Y tema de pensamientos en general.

Giselle tiene ahora dos años, ya habla y hace muchas cosas sorprendentes como desbloquear el iPad y encontrar sus juegos. Abby tiene 9 meses y ya se empieza a levantar sola. A las dos les gusta la música y se divierten mucho cuando conectamos los instrumentos.

Pollito está conmigo, los dos nos encontramos en la misma situación de que todos nuestros antiguos amigos siguen solteros y sin hijos.

No nos olvidamos de ustedes, amigos sin hijos, pero yo no quiero aburrirlos con los balbuceos y pañales que son mi vida. Es algo que yo no comprendía y que creo que no se puede entender si no lo vives.

Si no les molesta tomar café frío, tardarse dos horas en completar una canción del Rock Band, y sentarse en sillitas de 30 cm de alto, los espero en la casa. Ya lo entenderán si un día tienen hijos.

Thursday, June 9, 2011

Va por dos

Comencé a escribir aquí poco tiempo antes de casarme. Ahora faltan pocos días antes de que nazca nuestra segunda hija. Esto me convierte, en ese respecto, en un vanguardista de mi generación.

¿Qué ha sido diferente? Bueno, estoy acercándome a los 30, las desveladas ya no son lo que eran. Sobre todo cuando no puedes seguirte la mañana hasta las 2 pm porque cierto personaje tiene que desayunar. La relación de pareja obvio que también sufre con esto, pero creo que más sufre por el embarazo.

En cuestión financiera nunca hemos estado sobrados, pero antes de que naciera Giselle los dos trabajábamos y pudimos hacer un stock de pañales y otros insumos que nos hicieron un gran quite el año pasado. Este año me cambié de empleo y si bien nuestro ingreso actual iguala el que teníamos entonces, es cierto que se ha perdido poder adquisitivo. En otras palabras, no tenemos un stock inmenso de pañales que nos dure un año... apenas y para un mes.

Por la cuestión de las niñas es complicado hacer cosas que hacíamos antes, como tocar en una banda. Yo espero que dentro de dos años, cuando la pequeña Gina ya esté caminando, y Giselle esté bastante parlanchina, se puedan quedar con sus abuelos o sus tías sin problemas.

Por ahora sólo es disfrutar. El dinero no rinde y somos un caos para ordenar la ropa, pero nada de eso nos ha impedido perdernos los primeros momentos de Gissy: gateos, "solitos" y pasos seguros, risas, juegos, palabras...

Van como tres veces que por andar cargando a Giselle olvido el boleto del estacionamiento en la máquina de autopago, dos de ellas en Parque Delta. Supongo que me tengo que acostumbrar, ya que cuando no cargue a una estaré cargando a la otra.

Gissy es pequeña y le enseño a escalar y a hacer todo tipo de maniobras. Rifa más en el playground que muchos niños del doble de edad, y espero que Gina le siga los pasos.

Y que su mami se pueda relajar, viendo House o la serie du jour en nuestra tele Full HD que compramos como semana y media antes de que llegara Gissy.

La vida es buena. Hay problemas por todos lados, pero las cosas buenas los opacan. Todo lo amargo de la semana pasada se olvida al escuchar a Giselle pedir "ello" (hielo). Para su Coca, desde luego, que también pide.

Soy una mala influencia.

Thursday, March 31, 2011

Cuando estoy solo

No es que la vida de casado sea difícil en sí, lo difícil es adaptarse al cambio.

Creo que el cambio más radical es que cuando eres soltero tienes ratos en los que estás sólo, y casado ese tiempo pasa a ser tiempo en el que estás a solas con tu pareja.

Yo cuando la conocí estábamos cada quien en su rollo, pero pasábamos mucho tiempo juntos sin pretender directamente ser una pareja. Es algo de lo que más atesoro: tener su amistad. Fue así que comenzamos a pasar muchísimo tiempo juntos.

Aún así el cambio fue drástico: antes llegaba a la casa, prendía la computadora y pasaba un par de horas ahí, antes de dormir. Ahora hace más de dos años que no llego a la casa a prender la computadora.

Realmente fue para mí el cambio más radical. Pero prefiero pasar una hora más con ella que una hora en la computadora, extrañándola.

Wednesday, July 28, 2010

Mil amigos

¿Por qué ahora el Facebook es más popular que el Messenger? Es simple: te permite comunicarte sin tener que estar simultáneamente conectado con los demás.

Las llamadas redes sociales no son un fenómeno nuevo, pero la participación masiva las ha hecho rebasar el potencial que sus creadores imaginaron. Aunque la consecuencia más curiosa es una que sí planearon: que puedes volver a encontrar a tus amigos de otras épocas. Los amigos de la primaria, por ejemplo. U otros amigos cuyas direcciones de correo ya caducaron.

Y esto es bueno porque a veces hay amistades que se extraviaron y que retoman su curso.

Pero la verdad muchas veces nada más sirve para aumentar tu cuenta de amigos, especialmente cuando ni te acuerdas tanto de ellos o ellos de ti, o cuando recuerdas que el motivo de que la amistad decayera fue la falta de intereses comunes.

Al menos ahora nos ahorran el tiempo de hacer reuniones de exalumnos o cosas así, en las que los grupitos establecidos seguirán establecidos mientras que los que no encajan seguirán sin encajar, sentados mirándose unos a otros y tomando café mientras se hacen preguntas bobas. Al menos ahora puedes leer el perfil de estos amigos y decidir si será un número más o si vale la pena intentarlo de nuevo.

Ahora podemos estar todos conectados, y todos tenemos DSL y acceso móvil a Internet, WiFi gratuito en muchos lugares... ¡rayos! Cada vez es más difícil inventar pretextos para dejar las telarañas crecer.

Yo siempre he sido una persona de pocos amigos porque para mí es difícil encontrar intereses en común. No tengo intereses tan bizarros pero sí suelo investigar mucho de lo que me interesa y cuando digo que me gusta la música de cierto grupo es porque conozco hasta las leyendas urbanas detrás de los significados de sus canciones escuchadas al revés. Y eso me deja con la tarea de tener que explicarle todo a mis nuevos amigos que supuestamente también les gustaba tal cosa, y no es que no me guste explicar... pero muchas veces mentimos en nuestros intereses y cuando alguien nos suelta la verborrea activamos el blablableador.

Entonces procuro tener amigos con lapsos de atención predecibles (por mí), y que no les aturda que les suelte una montaña de trivialidades de vez en cuando. Y de preferencia que también me sorprendan con conocimientos avanzados de cosas que yo ni sabía que existían. Pero que no sean de esos frikis que no viven su vida por andar viviendo los chismes de los famosos o cosas así, eso no sirve.

Friday, July 9, 2010

Cómo duermes

El tiempo pasa y los proyectos que teníamos van acumulando polvo, incluso telarañas. No sé si todos tienen esa misma dificultad pero yo en lo personal encuentro complicado mantener mi enfoque en una sola cosa por mucho tiempo.

Cuando tenía 8 años quise aprender a tocar la guitarra. También cuando tenía 10, 12 y 14, pero no logré ningún avance hasta que tuve 16 años. ¿Qué hubo de diferente? Que no estaba solo. Saltiel y Carlos también estaban aprendiendo, y poder intercambiar experiencias, acordes y
platicar de lo que estábamos haciendo era de alguna forma una motivación.

También ayudó el hecho de que había aprendido algo más de música gracias a que un año antes, en la escuela, Saltiel y yo sacábamos canciones de Caifanes y otras contemporáneas en la flauta, sentando un precedente de saber las notas y poder ir más allá del método de Guitarra Fácil (que honestamente nunca se me dió). Pero de nuevo, eso funcionó porque teníamos con quién compartirlo.

Y muchos otros de mis proyectos avanzan o se pasman según si hay o no con quién compartirlos. Aprendí a dibujar desde que iba en la primaria porque siempre tenía alguien a quien mostrarle mis dibujos; en cuanto dejé de tener audiencia, dejé de dibujar. Ratasoft se fundó porque
teníamos quorum, y cuando se acabó, se acabó.

¿Qué sigue ahora? Pues hay una plétora de cosas que me gustan hacer, que a mi Pollito le gusta hacer también, y que esperamos que a nuestra Princesita también le gusten.

A veces extraño estar solo cuando pienso en las posibilidades. Yo sólo tendría ya esta guitarra Ibanez Artcore eléctrica de cuerpo tipo jazz y un teclado Hammond, entre muchas otras cosas. Pero luego recuerdo que todas esas cosas servían para llenar un vacío que ahora no existe. Y que de todas formas eventualmente las tendré, y las disfrutaré más, y la espera no será angustiosa. Antes podía permanecer despierto hasta las 9 de la mañana porque sentía ansiedad, y me aventaba 10 horas seguidas de cualquier actividad: programar, tocar o videojuegos, principalmente. En cambio ahora duermo más tranquilo que nunca.

Thursday, June 10, 2010

De inmediato

La generación actual espera resultados de inmediato. Quizás es una mala costumbre de parte de la televisión, o qué sé yo. Lo que es un hecho es que no existe la paciencia para esperar a ver resultados.

Hace algunos ayeres tenía una cámara Kodak Ez200. Era una pequeña cámara digital de resolución VGA (y tomaba fotos excelentes gracias a su sensor de 7x7 mm), con la rarísima cualidad de que no tenía display. La memoria interna guardaba unas 130 fotos, y lo único que podías saber era cuántas habías guardado y aproximadamente cuántas más podías guardar; para verlas tenías que esperar a descargarlas a la computadora.

Esto significa que todos posaban lo mejor posible para la foto y... y ya. Y era muy divertido reunirse a descargar las fotos, pues muchas salían como se suponía pero muchas otras daban resultados totalmente bizarros. Era como revelar un rollo fotográfico pero con la diferencia de que en ese momento podías llevarte copias—si traías diskettes.

Quizás ese tipo de trabas que tuvieron las generaciones anteriores les ayudaban a tener más paciencia y más serenidad. En cambio ahora no podemos tomar más de tres fotos seguidas sin que todos quieran verlas en el display.

Pero al menos ahora podemos más o menos evitar que suban al Face una foto nuestra que no nos gustó.