Wednesday, July 28, 2010
Mil amigos
Friday, July 9, 2010
Cómo duermes
Cuando tenía 8 años quise aprender a tocar la guitarra. También cuando tenía 10, 12 y 14, pero no logré ningún avance hasta que tuve 16 años. ¿Qué hubo de diferente? Que no estaba solo. Saltiel y Carlos también estaban aprendiendo, y poder intercambiar experiencias, acordes y
platicar de lo que estábamos haciendo era de alguna forma una motivación.
También ayudó el hecho de que había aprendido algo más de música gracias a que un año antes, en la escuela, Saltiel y yo sacábamos canciones de Caifanes y otras contemporáneas en la flauta, sentando un precedente de saber las notas y poder ir más allá del método de Guitarra Fácil (que honestamente nunca se me dió). Pero de nuevo, eso funcionó porque teníamos con quién compartirlo.
Y muchos otros de mis proyectos avanzan o se pasman según si hay o no con quién compartirlos. Aprendí a dibujar desde que iba en la primaria porque siempre tenía alguien a quien mostrarle mis dibujos; en cuanto dejé de tener audiencia, dejé de dibujar. Ratasoft se fundó porque
teníamos quorum, y cuando se acabó, se acabó.
¿Qué sigue ahora? Pues hay una plétora de cosas que me gustan hacer, que a mi Pollito le gusta hacer también, y que esperamos que a nuestra Princesita también le gusten.
A veces extraño estar solo cuando pienso en las posibilidades. Yo sólo tendría ya esta guitarra Ibanez Artcore eléctrica de cuerpo tipo jazz y un teclado Hammond, entre muchas otras cosas. Pero luego recuerdo que todas esas cosas servían para llenar un vacío que ahora no existe. Y que de todas formas eventualmente las tendré, y las disfrutaré más, y la espera no será angustiosa. Antes podía permanecer despierto hasta las 9 de la mañana porque sentía ansiedad, y me aventaba 10 horas seguidas de cualquier actividad: programar, tocar o videojuegos, principalmente. En cambio ahora duermo más tranquilo que nunca.
Thursday, June 10, 2010
De inmediato
Wednesday, May 5, 2010
Ausenticismo
Cuando eres niño puedes hacer lo que quieras... claro, suponiendo que tengas permiso de hacerlo.
Cuando eres adolescente ya puedes hacer todo lo que tú quieres... sólo que no tienes dinero para hacerlo.
Después eres adulto y tienes toda la autoridad y el dinero para hacer lo que tú quieras... pero ya no te queda tiempo en el día para hacerlo.
¿Cómo se resuelve este conflicto?
Como joven adulto me enfrento al conflicto del tiempo. A veces quisiera partirme en dos, o incluso en tres. Me esmero en el trabajo para nunca tener que cubrir horas extras. Hasta duermo intensamente para descansar en 4 horas y no en 8.
Hay quienes creen que la felicidad está en el dinero. Otros en el éxito profesional, en el matrimonio, en la televisión.
¿Yo? Yo la encuentro en mi familia. Ninguna actividad (trabajos, deportes, pasatiempos) me ha dejado más satisfacciones que el tiempo que comparto con mi familia.
Yo de niño escapé a los permisos y las prohibiciones; de adolescente construimos equipos de sonido para llenar el vacío en el espacio perteneciente al amplificador Marshall de 100 watts que ahora descansa en la sala.
Y de adulto encontraré también una salida. O moriré en el intento.
Pero por ahora, posteo.